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Descubren cómo una proteína favorece la progresión del cáncer de páncreas, uno de los más agresivos

Científicos de España, Argentina, Estados Unidos y Francia estudiaron al microambiente que rodea a los tumores. Por qué los resultados pueden ser claves para el desarrollo de terapias más efectivas.

El tumor de páncreas es una de las formas más agresivas de cáncer. Su diagnóstico en etapas tempranas es difícil y eso empeora el pronóstico. Además, los pacientes pueden desarrollar resistencia a los tratamientos disponibles.

El microambiente tumoral juega un papel crucial en la progresión de la enfermedad. Está formado por varias células y componentes, entre ellos las células estrelladas pancreáticas (PSCs). Son un tipo de fibroblastos.

En el contexto del cáncer, esas células se activan y contribuyen al desarrollo de un entorno fibroso denso que favorece el crecimiento del tumor.

Un equipo científico, liderado por investigadores de España, Argentina y Estados Unidos, descubrió cómo una proteína regula la expresión de genes clave para la progresión del cáncer de páncreas. Es la proteína galectina-1 (Gal1).

Los autores del hallazgo son investigadores del Instituto de Biología y Medicina Experimental del Conicet de la Argentina, y del Instituto de Investigación del Hospital del Mar y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC) de España.

También colaboraron expertos de la Clínica Mayo de los Estados Unidos y del Centro de Investigación en Cáncer de Marsella, en Francia.

El estudio reveló que la proteína Gal1, localizada en el núcleo de las células estrelladas pancreáticas, regula la expresión del oncogén KRAS, esencial para la progresión tumoral.

Los resultados del estudio, que fue publicado en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, ofrecen nuevas perspectivas para el tratamiento del cáncer de páncreas.

Desde los Estados Unidos, el revisor del trabajo, Silvio Gutkind, profesor de investigación de la Sociedad Estadounidense del Cáncer y director asociado de Ciencias Básicas del Centro del Cáncer Moores, comentó a Infobae: “Este trabajo define una función novedosa de galectina-1 en el núcleo”.

Ahora se sabe que esa proteína “controla la expresión de genes, incluyendo el oncogén KRAS, que promueve la secreción de moléculas inflamatorias e inmunosupresoras en células estrelladas pancreáticas, lo cual facilita la progresión del carcinoma de páncreas, uno de los cánceres de más alta mortalidad”, afirmó.

De acuerdo con el doctor Gutkind, “este hallazgo permitirá en el futuro controlar el cáncer de páncreas a través de la inhibición de esta nueva función de galectina-1. Probablemente se requiera de una combinación con nuevas terapias moleculares que inhiban el oncogén KRAS, y el uso de inmunoterapias que reactivan el sistema inmune del paciente para atacar y eliminar el cáncer”.

Sin dudas, enfatizó, “este descubrimiento abre muchas nuevas oportunidades para tratar mejor el cáncer de páncreas”.

La Galectina-1 (Gal1) es una proteína lectina, un tipo de proteína que se une a azúcares específicos. En el microambiente tumoral, cumple funciones clave

En su forma extracelular, Gal1 participa en la adhesión de las células al entorno que las rodea y facilita la comunicación entre ellas. Además, promueve la remodelación de la matriz extracelular, un proceso esencial para la progresión de los tumores.

Hasta ahora, se había identificado que los fibroblastos secretaban la proteína. Ahora, los investigadores encontraron que también se encuentra en el interior de las células y ejerce un papel clave en el control de la expresión génica: regula la transcripción de genes como KRAS.

Los investigadores afirmaron en el trabajo que “Gal1 se une al promotor de KRAS, manteniendo su expresión en las células estrelladas pancreáticas”. Esta regulación contribuye a la activación continua de las células estrelladas pancreáticas y favorece la progresión tumoral. […]

Los resultados del estudio abren nuevas posibilidades para el tratamiento del cáncer de páncreas. El enfoque sugiere que inhibir la Gal1 en el núcleo de las células estrelladas pancreáticas podría ser una terapia eficaz.

Esto permitiría reducir la activación de estas células y, por ende, el microambiente que favorece el crecimiento del cáncer.

El estudio también hace una distinción importante. Las terapias actuales se focalizan en bloquear las funciones extracelulares de Gal1, pero este enfoque no afecta su rol nuclear.

En diálogo con Infobae, el doctor Rabinovich explicó que “los tratamientos actuales que bloquean la Gal1 extracelular no abordan su actividad nuclear, lo que limita su eficacia”.

Por lo tanto, un tratamiento dirigido específicamente a la Gal1 nuclear podría mejorar la efectividad de las terapias existentes.

“Durante los años pasados, desarrollamos un anticuerpo monoclonal que bloquea las funciones extracelulares de la proteína. Tras los resultados de nuestra nueva investigación, el desafío será desarrollar una intervención que bloquee también la función en el interior de las células”, resaltó Rabinovich, quien contó con la colaboración del investigador del Conicet Federico Baudou.

Fuente: Infobae

 

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